La fiebre puerperal devastaba Europa a mediados del siglo XIX. Esta enfermedad provocaba la muerte de casi la mitad de las parturientas. Nadie sabía la causa.
Una teoría, cuya creencia estaba muy extendida, culpaba a los aires nocivos. De hecho, se hicieron numerosos agujeros en muros y puertas de muchos hospitales en un intento desesperado de mejorar la ventilación. Incluso se instaló un costoso sistema de circulación de aire en alguna clínica de maternidad europea.
Todas las inversiones y estudios de la comunidad científica fueron en vano y el miedo se extendió tanto que muchas mujeres comenzaron a dar a luz deliberadamente en sus hogares atendidas por parteras.
Semmelweis estaba obsesionado con la tasa de mortalidad en los partos. Él trabajaba en un hospital de Viena donde atendía una sala de maternidad. Realizaba observaciones y analizaba datos censales intentando comprender el origen del problema, sin éxito alguno.
Un día, perdido en un laberinto de papeles y números estadísticos, observó que las mujeres que daban a luz en salas asistidas por médicos tenían una tasa de mortalidad mucho mayor en comparación con aquellas atendidas por parteras.
Elaboró una teoría. “Algo invisible se transmite por las manos”. Introdujo una medida revolucionaria: lavarse las manos con una solución de cloro antes de asistir a las parturientas. Inmediatamente la tasa de mortalidad se desplomó.
Semmelweis publicó su descubrimiento, pero fue despedido, ignorado, criticado y ridiculizado. Sus hallazgos ganaron amplia aceptación sólo años después de su muerte, cuando Louis Pasteur confirmó la teoría de los gérmenes como causantes de las infecciones. Hoy, es considerado como el creador de los procedimientos antisépticos.
Semmelweis no tenía conocimientos matemáticos, ni formaba parte de un selecto equipo de investigadores, no tenía un laboratorio de investigación ni tampoco era su trabajo. Entonces ¿Por qué encontró la solución antes que los demás?
Las soluciones más efectivas y transformadoras provienen de un profundo y cercano conocimiento previo del problema.
Felices fiestas, Feliz Navidad y próspero año nuevo.
Sergio Galiano es doble titulado en ingeniería especialidad en electrónica y en organización industrial por la Universidad Politécnica de Catalunya donde también ha ejercido de profesor asociado. Lleva más de 15 años ayudando a las pymes como experto en financiación de la I+D+i.