El PERTE del sector agroalimentario busca fortalecer la industria agroalimentaria en España, con el fin de mejorar sus procesos de producción y aumentar su competitividad. La iniciativa está diseñada para apoyar proyectos industriales que enfrenten retos relacionados con la digitalización y la sostenibilidad, al mismo tiempo que contribuyen al empleo y al desarrollo del entorno rural.
Serán susceptibles de ayuda los proyectos encuadrados en alguna de las siguientes líneas de actuación:
- Línea de Investigación, Desarrollo e Innovación: Podrá incluir proyectos de investigación industrial, desarrollo experimental, y proyectos de innovación en materia de organización y procesos.
- Línea de Innovación en Sostenibilidad y Eficiencia Energética: Podrá incluir inversiones con carácter innovador destinadas a la protección del medio ambiente, en medidas de ahorro energético o energías renovables.
- Línea de inversión PYME: Proyectos realizados exclusivamente por PYMES destinados a la inversión en activos materiales e inmateriales relacionados con el proceso industrial.
Los proyectos deben estar destinados a aplicarse en la industria agroalimentaria y habrán de encuadrarse, al menos, en alguna de las siguientes prioridades temáticas:
- Economía circular y ecoinnovación.
- Descarbonización, eficiencia energética, nuevas fuentes de energía renovable y reducción de emisiones contaminantes.
- Materiales y productos avanzados.
- Innovación en procesos de calidad y seguridad.
- Proyectos basados en tecnologías digitales.
Las ayudas se conceden en forma de subvención a fondo perdido, con un máximo de 4.000.000 euros por empresa. La intensidad de la ayuda varía según la línea de actuación y el tamaño de la empresa. Por ejemplo, en proyectos de investigación industrial, las pequeñas empresas pueden recibir hasta un 70% de subvención. La intensidad también puede incrementarse en función de la ubicación geográfica de la inversión para los proyectos de la línea 3.
Podrán beneficiarse de estas ayudas las sociedades mercantiles privadas, cooperativas y sociedades agrarias de transformación con personalidad jurídica propia en España. Estos solicitantes deben tener al menos tres años de actividad en el ámbito industrial agroalimentario, desarrollando actividades de elaboración, producción o transformación de alimentos y bebidas, entre otras. Actividades encuadradas dentro de la Sección C- Divisiones 10, 11 y 12 de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE 2009), aunque también serán financiables actividades asimilables, así como las desarrolladas en el ámbito de la industria agroalimentaria consistentes, entre otras, en el calibrado, clasificación, manipulación, transformación, conservación y envasado de productos alimentarios que, pese a implicar una actividad industrial, no estén incluidas en las CNAE 2009 definidos anteriormente.
Daniel Claudio es graduado en ciencias experimentales con máster en biotecnología de la salud por el CESIF. Tiene más de 5 años de experiencia en la financiación de la I+D+i a nivel nacional y europeo.